La práctica totalidad de las personas con las que trabajamos repiten al cabo del tiempo. Es algo que tenemos bastante asimilado y que nos hace seguir al 100%. Para nosotros es un aliciente importante. Es lo que nos anima a formar y también a empoderar.
Nunca decimos «nos vemos en unos meses», «ojalá nos volvamos a ver», «es necesario seguir con esto»… No funcionamos así. A veces incluso perdemos el contacto con esas personas con las que durante unas pocas horas hemos vivido tanto. Y son esas veces cuando una llamada de teléfono nos sorprende, nos alegra y nos anima. Como en este caso.
Y con las llamadas llegan los retos. ¡Nos encanta aceptar retos! Para afrontarlos evaluamos necesidades, compartimos impresiones y nos lanzamos. Ese es el proceso que seguimos con cada formación. Va más allá de ir, hacer y cerrar. Va de propiciar cambios.
Esta vez el reto era diferente al de la última vez. Pero pasados ya unos días y mirando hacia atrás, vemos los objetivos cumplidos, un grupo satisfecho y un sabor muy dulce en boca. Un grupo que crece, pero que nos hace crecer. Porque más allá de formar, la clave es empoderar.
¡Gracias EGK! Eskerrik Asko!